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La Crisis Cambia las Costumbres
por lucce | 18 febrero 2009
La crisis. Tanto hablar de ella que ya, de una forma u otra, está empezando a cambiar costumbres. Y lo hace en todos los niveles y en todos los ámbitos, siendo el gastronómico uno en el que más se empiezan a ver estos cambios.
Esto, por lo menos, es lo que viene a contar un artÃculo de prensa aparecido la semana pasada en el diario ABC que llevaba por tÃtulo ‘Las ratas huyen del restaurante de lujo… sin pagar la cuenta‘.
En dicha pieza, firmada por Anna Grau, corresponsal en Nueva York de dicho periódico, se trae a colación cómo las penurias económicas que afectan a todo quisque provocan actitudes muy diferentes a las de hace tan sólo unos meses, por ejemplo, a la hora de pagar la cuenta.
AsÃ, cuando antes el hecho de entregar tu reluciente tarjeta de crédito al maitre del restaurante cool de la ciudad era motivo de orgullo, ahora empieza a ser una actividad que se torna a una expresión en la que los comensales miran al techo cruzando los dedos porque no les toque pagar.
Se trata de una situación rocambolesca cuando, más en los EEUU, de lo que se trataba era de pagar lo máximo posible por comer, quedando en un segundo plano la calidad o la cantidad de lo ingerido: lo único que importaba para demostrar que estás en la brecha era que la factura fuese bien gorda.
Afortunadamente, en España, no somos de ese tipo de costumbres, al menos en lo que se refiere a las comidas. Quiero decir que aquÃ, como muy bien señala el reportaje, sà importa lo que comemos y sà nos fijamos en el hecho de que el precio vaya en consonancia con lo degustado. Aquà la comida ocupa un lugar de importancia, mucho más, al menos, que la importancia que los yankees le dan ?¿o debemos decir le daban?) al precio de la misma.
En todo caso, estoy seguro que la crisis económica que padecemos también estará alterando muchas costumbres gastronómicas en nuestro paÃs; seguramente ya no se discute tanto por ver quién paga la cuenta y todos estaremos más o menos de acuerdo en pagarla a medias; seguro que, poco a poco, el chico va desechando la idea de invitar a cenar a la chica, quien, no me extrañarÃa, se deberá conformar con un mÃsero café; es posible que ahora se mire más qué vino se elige, qué postre se coge o incluso se exija a los electores de alguna propuesta más cara de lo normal a que sean ellos mismos los encargados de pagar el suplemento extra que suponen estos productos.
¿Están viviendo ustedes estos cambios que comento?, ¿algún otro?, ¿está realmente la crisis afectando a las costumbres que tenemos en materia culinaria? Espero sus respuestas en el apartado destinado a los comentarios. Y lo espero porque la crisis me impide salir a comprobarlo por ahà por mà mismo, jejeje.
Tags: costumbres, crisis, GastronomÃa, invitar, nueva york
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